sábado, 9 de julio de 2011

Veamos en forma resumida las diferentes etapas del desarrollo de la Literatura Española:

ETAPAS DE LA LITERATURA ESPAÑOLA
I.- Época de la formación o de los orígenes (Siglos XI al XV), España lucha contra los moros.
El idioma castellano todavía está en formación, “Las Jarchas” primeras manifestaciones literarias, antes del siglo XII, corresponde a la época pre- literaria.
Se desarrolla dos corrientes:
1.- Mester de Juglaría: (XI –XII) Los juglares recitan versos propios o ajenos, son anónimas y populares, llamados también cantares, romances o fablas con personajes históricos, desarrolla temas heroicos y nacionalistas.
Los versos son de 16 sílabas con rima asonante., “El cantar del Mío Cid”
“El Cantar de Roncesvalles”
“Los siete infantes de Lara”
“Cantar de Sancho II de Castilla”
“Cantar de Alfonso XI”
2.- Mester de clerecía: (Siglo XIII – XIV) obra de clérigos de índole narrativa con tema religioso, algunas son líricas.
Usan la cuaderna vía (4 versos) con rima asonante, tienen la finalidad de enseñar y moralizar., Siglo XIII: El Poema de Yucuf o José.
El libro de Alejandro
El Poema de Fernán González
El libro de Apolonio
El rimado de Palacio.
“Lores a nuestra Señora” “Vida de Santa Aurea” “Del Santo sacrificio de la Misa” de Gonzalo de Berceo.
Siglo XIV: “EL Libro de Buen amor” de Juan Ruiz el Arcipreste de Hita.
Siglo XV:“Serranillas” de Márquez de Santillana.
“Coplas a la muerte del Maestre de Santiago don Rodrigo Manrique, su padre” de Jorge Manrique (Periodo pre- clásico)

II.- Época de apogeo o edad de oro : Siglos XVI – XVII .- España llega a su máximo esplendor en lo político y militar. Florecieron las letras y las artes. Surge el Renacimiento, en el plano del pensamiento fue una ruptura con el Medioevo.
El movimiento cultural que impulsó el Renacimiento fue el humanismo. Esta tendencia espiritual despertó la inquietud por el saber clásico, cultivó la crítica y propició la investigación en los diversos campos permitiendo gran desarrollo y difusión de los conocimientos. Por ello el renacimiento se caracteriza por una entusiasta valoración del mundo y del hombre, es decir interés por la vida presente, por lo humano y por lo grecolatino. Hay culto a la belleza física, al amor, a la alegría y, sobre todo, se busca la felicidad terrena.
En literatura y en el arte en general se evidencia la influencia de Italia y del mundo grecolatino. Hay preocupación por lograr en la creación literaria una armoniosa belleza formal, aunque en España junto a estas tendencias persistió lo tradicional, lo religioso, lo popular.
Lírica: Juan Boscán traducción de El cortesano, de Baldassare Castiglione.
Garcilaso de la Vega: 3 églogas: Salicio y Nemoroso; Albanio , Salicio, Nemoroso y Camila; Tirreno y Alcino.
5 canciones: Si a la región despierta, la soledad siguiente, con un manso ruido, la aspereza de mis males, a la Flor de Gnido.
38 sonetos, dos elegías y una epístola.
Fray Luis de León: “La vida retirada, Noche serena, Oda a Salinas.
En Prosa: La perfecta casada, Los nombres de Cristo.
Alonso de Ercilla y Zúñiga. “La Araucana” Considerada la epopeya más famosa del renacimiento, es obra del poeta y conquistador español Alonso de Ercilla (1533-1594), quien participó en las luchas por la conquista de Chile (virreinato del Perú). Quedó tan impresionado por el valor de los araucanos que las figuras de los caudillos Caupolicán y Lautaro adquieren en su poema una dimensión heroica extraordinaria. Ercilla siguió el modelo de la épica culta en octavas reales de La Jerusalén conquistada de Lope de Vega, aunque superó a éste en imaginación y retratos coloristas.
Siglo XVII / BARROCO, Es una tendencia artística que aparece en el siglo XVII, En este siglo, pasa da etapa imperial que llegó a la cumbre con Carlos V, España pierde su hegemonía política en Europa. Hay, como consecuencia, en el país una progresiva desorganización política, social y económica.
En el plano de las ideas, muy pronto, cabe el alegre concepto de la vida y la confianza en la bondad de la naturaleza que trajo el Renacimiento. Debido a los cambios religiosos, como los que propició la Contrarreforma, surgió una tensión espiritual, una angustiosa incertidumbre que trocó la exaltación de la vida y la tranquilidad de la época anterior.
En este nuevo sentido las clases altas sólo se interesan por el logro de una vida fácil y muelle y se inclinan a una vida de lujo y de placeres. Las clases inferiores debido a las guerras y a la indiferencia del gobierno, incrementan y diversifican sus sectores de vagos, mendigos y delincuentes que, de una manera u otra, se manifiestan e el arte con un crudo realismo. Una muestra de esto lo tenemos en la narrativa picaresca, relatos que reflejan los problemas sociales de este sector.
El arte barroco, en oposición al clásico renacentista, no busca producir una impresión de apacible belleza. Al contrario, busca impresionar al espectador con violentos y contrastados estímulos visuales (color, luz), intelectuales (ideas brillantes, humor, ingenio), y afectivos (terror, compasión). Es un arte fuertemente expresivo que intenta producir una conmoción estética.
Si el clasicismo es una tendencia equilibrada, armónica, racional y estática, el barroco, contrariamente, anhela representar la vida, el cambio, la fuerza y el movimiento. El barroco está más cerca del sentimiento que de la razón. Sus caracteres artísticos son: expresividad impactante, libertad de creación, tendencia a la exageración, dinamismo,
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contraste, artificio formal y realismo descarnado.
El artista barroco no quiere sujetarse demasiado a las normas, de ahí que persiga la originalidad y en este periodo el ingenio personal adquiere mayor valor. La atmósfera es la extrema fantasía o el realismo descarnado que no excluye lo deforme ni lo grotesco. En este sentido, muchos personajes están descritos con caracteres nada bellos pero sí con profunda vitalidad: Quijote, Sancho, Segismundo, Polifemo, etc.
Lope Félix de Vega y Carpio, escribe obras de carácter nacional y popular.
En Lírica: “Un soneto me manda hacer violante”, “¿Qué tengo yo que mi amistad procuras”?”
Épica: “La hermosura de Angélica”, “Dragontea”, “La Jerusalén conquistada”, “ La Gatomaquia”.
Novela: La Dorotea, La Arcadia, Guzmán, el bueno.
Dramática: La niña boba, La Estrella de Sevilla, El mejor alcalde, el rey, Fuenteovejuna, etc.
Pedro Calderón de la Barca
Comedias: Casa de dos puertas es mala de guardar, La Dama duende, etc.
Tragedias: El Alcalde de Zalamea, El mayor monstruo, los celos, etc.
Drama: La vida es sueño, la devoción de la Cruz, etc.
Auto sacramentales: El gran teatro del mundo, la cena de Baltasar, la serpiente de bronce, la flor del Carmelo, la zarza de Moisés, etc.
Entremeses: Desafío de Juan Rana, El convidado, el toreador, etc.
Miguel de Cervantes Saavedra:
Poesía: “Viaje al Parnaso, A un valentón metido en pordiosero, a un Ermitaño, A Pedro de Urdemalas.
Novela: Pastoril: La Galatea
Caballeresca: El Ingenioso hidalgo Don quijote de la Mancha. Picaresca: Rinconete y Cotadillo
De aventura: Los trabajos de Persiles y Segismunda, Doce novelas ejemplares.
Teatro: “Numancia” (tragedia histórica),“Retablo de la maravillas” ( entremés)
Luis de Góngora y Argote: en 1610 la Oda a la toma de Larache, y continuada con el incremento constante de la oscuridad estilística en la Fábula de Polifemo y Galatea (1613), las Soledades (1613) y el Panegírico al duque de Lerma (1617)
Francisco de Quevedo: Novela Picaresca: El buscón, Los Sueños (1605-1622)

III.- Época de la Decadencia. Neoclasicismo Siglo XVIII, En el siglo XVIII se produjeron en Europa radicales cambios económicos, políticos, sociales, culturales que transformaron en su estructura los diversos países. En el plano económico se sentaron las bases de lka llamada revolución industrial. En el nivel social, estos cambios se reflejaron en el poder que llegó a adquirir la clase burguesa propiciadora, por entonces, de una política democrática y liberal en contra del absolutismo de los reyes que gobernaban por derecho divino
En el ámbito del pensamiento, apareció un movimiento llamado la ilustración que sustituye al criterio de autoridad dogmática por los de investigación, igualdad y libre crítica. Se abandonaron las cuestiones religiosas metafísicas y se empezaron a encarar los problemas desde el punto de vista científico.
La nuevas ideas se difundieron por la acción de los enciclopedistas franceses, autores que propagaron los conocimientos científicos y las ideas liberales haciendo posible el surgimiento de la Revolución Francesa sustituyó la monarquía por el sistema de gobierno republicano, régimen que adoptaron los países de América cuando, al siglo siguiente, consiguieron su independencia.
El siglo XVIII es uno de los periodos más tristes de la historia de España. De la antigua grandeza de su imperio quedaba ya muy poco. Terminó entonces la dinastía de los austrias y empezó el reinado de la dinastía borbónica con Felipe V, nieto de Luis XIV de Francia, quien inició su gobierno en 1700
Con el nuevo monarca todas las formas de la vida de España fueron transformándose siguiendo el modelo de la sociedad francesa. Los vestidos, los bailes, la organización militar, las actividades culturales y hasta los usos sociales adquirieron un aire francés. Se impuso así en el ámbito de las artes, el neoclasicismo que tiene un predominio de la razón sobre los sentimientos; de las líneas sobrias de la antigüedad clásica sobre la imaginación fantasiosa. El espíritu normativo neoclásico suprimió la inspiración imaginativa y el apego excesivo a las reglas dificultó la expresión libre y sincera de los sentimientos. El neoclasicismo, por ser un arte aristocrático, no encontró acogida en el ambiente popular español y en las tradiciones culturales del país.
En esta época hubo un descenso en la producción literaria aunque sí existió un progreso en la investigación y el ensayo. Más que época de poetas y novelistas fue un periodo de críticos e investigadores.

Prosa: Fray Benito Jerónimo Feijoó y Montenegro: “El tatro universal” “Cartas eruditas y curiosas”.
Gaspar Melchor de Jovellanos: “De las bellas artes, A Ernesto y otros.
Teatro: Ramón de la Cruz: “Manolo”, “El Muñuelo”.
Leandro Fernández de Moratín: “El sí de la niñas”, “El viejo y la niña”.
Poesía: Juan Meléndez y Valdés: “El Viento”, “La tarde”.
Manuel José Quintana: “A España”, “Al mar”
Fábula: Félix Marie Samaniego y Tomás de Iriate.

IV.- Época del Resurgimiento: Siglos XIX , Cuando a inicios del siglo XIX, Napoleón, gracias a sus triunfos militares, extendió su poder e influencia por casi toda Europa, dio a conocer y difundir los principios de los derechos ciudadanos en un régimen de libertad. Puede decirse en consecuencia, que el imperio napoleónico fue el continuador y divulgador de la
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revolución Francesa dejando la huella del liberalismo político y social casi por toda Europa.
El siglo XIX fue de grandes cambios y convulsiones en España. En el denominado motín de Aranjuez, en 1808, Napoleón obligó a Fernando VII a entregar el poder a su padre Carlos IV, quien cedió el trono José Bonaparte, hermano del emperador francés. Entonces toda España se lanzó en armas contra Napoleón en la denominada guerra de la independencia ( 1808 – 1814).
Para conquistar la simpatía del pueblo, Napoleón llevó a España los principios de la Francia revolucionaria: Anuló los derechos feudales; abolió el Tribunal de las Inquisición; y facilitó la libertad de comercio. Algunos intelectuales y escritores españoles, seducidos por estas reformas, se pasaron a su bando siendo llamados despectivamente los “afrancesados”. A pesar de todo, el pueblo siguió su lucha sin cuartel contra el invasor en forma de guerrillas.
Mientras Fernando VII estuvo en cautiverio se dio la Constitución Liberal de 1812, inspirada en las conquista s sociales y políticas de la Revolución Francesa. Sin embargo, los invasores fueron obligados a salir de España en 1814. Los españoles dieron el trono a Fernando VII a condición de que respetara los derechos de la Constitución de Cádiz. Ya en poder el monarca incumplió sus promesas y se convirtió en prototipo de gobernante ´déspota y absolutista.
El Romanticismo, fenómeno cultural correspondiente a la primera mitad del siglo XIX, se halla vinculado a estas circunstancias históricas. Esta tendencia artística representa el espíritu liberal que se difundió por toda Europa. En España el Romanticismo Revolucionario cubre de 1830 a 1850 y sus inicios coinciden en el retorno de los emigrados y la difusión de las ideas liberales y anti absolutistas.
En la segunda mitad del siglo XIX, España tuvo una orientación moderada o conservadora en la política, una pérdida progresiva del idealismo romántico y la adopción de un concepto práctico de las cosas. En este contexto, en el plano literario, surgió el realismo que se caracterizó por su acercamiento al mundo objetivo dejando de lado todo lo imaginativo y fantástico./ Coincide con el auge de la burguesía, el realismo se interesa por los problemas de orden práctico. Lo subjetivo es sustituido por una descripción de la conducta humana, por el análisis sicológico de los personajes y por el estudio del ambiente social. Lo exótico dejó paso a lo cotidiano y circunstancial.
Románticos:
Lírica: José de Espronceda: La canción del pirata
-Gustavo Adolfo Bécquer: Rimas, cartas desde mi celda, Leyendas
Épica y teatro: Duque de Rivas,
José Zorrilla: A buen juez, mejor testigo
Prosa: José de Larra: Vuelva usted mañana
Realistas:
Juan Valera, En novela: Pepita Jiménez, Las ilusiones del Doctor Faustino, El Comendador Mendoza, Doña Luz y Juanita la larga. En cuento: Cuentos y chascarrillos andaluces.
José María Pereda, Novelas: El buey suelto, El sabor de la tierruca, La puchera, Solileza, y Peñas arriba
Benito Pérez Galdós, Conjunto de relatos: Episodios nacionales, Novelas: Marianela , Fortunata y Jacinta, etc.
Armando Palacio Valdés, Novelas: La hermana San Sulpicio, la aldea perdida, Maximina y Riverita. Cuento: Un testigo de cargo

V.- Época contemporánea
Siglo XX, A fines del siglo XIX gobernaba España la reina madre María Cristina de Austria, viuda de Alfonso XII, mientras duraba la minoría de edad de su hijo Alfonso XIII. En 1898 Cuba y Filipinas, últimas colonias en América y Oceanía, se levantaron contra la metrópoli. Los Estados Unidos, que empezaban su expansión por América central, ayudaron a los rebeldes y su armada derrotó as la escuadra española.
La derrota de España y la pérdida de sus últimas colonias postraron a la nación y pareció herir de muerte al espíritu nacional. Entonces se alzaron muchas voces. Un conjunto de escritores jóvenes, ante la ruina material y moral, decidió echar abajo los viejos ídolos y cambiar los hábitos políticos de la nación. Surge así la GENERACIÓN DEL 98 , movimiento intelectual de mayor conciencia y variedad que ha aparecido en la historia de la cultura española. Propician estos autores un sentido de reflexión y de análisis, de aprecio y práctica a los auténticos valores y, por último, buscan imponer un sentido de vida genuino y positivo. Poniendo en práctica sus ideales, los autores de la generación del 98, en la expresión repudiaron la retórica grandilocuente y proclamaron la necesidad de una vuelta a la sencillez, a la sinceridad, a la frase viva y cotidiana. Desde el punto de vista estético, rehabilitan a los escritores y artistas olvidados como Góngora y el Greco; exaltan a los primitivos de la época medieval; y expresan su gusto por los nuevos escritores y pensadores extranjeros. Políticamente fueron rebeldes e idealistas aunque no militaron en partidos concretos. Tuvieron sólo el propósito de remover conciencias y propiciar la acción. Amaron a España y en muchos, este aprecio se manifestó en su exaltación a Castilla, base de la nacionalidad española. Sin embargo, este fervor patriótico no fue un obstáculo para atacar a las viejas costumbres, a la antigua moral y a los prejuicios. Exigieron mayor profundización y aspiraban a que el individuo tomara conciencia y actuara frente a la indiferencia política, social y económica.

VANGUARDISMO: Al siglo XX ha tocado vivir una de las épocas más agitadas de la historia de la humanidad: dos guerras mundiales y una serie de violentos movimientos revolucionarios que cambiaron el orden internacional y económico.
En España, en las primeras décadas del siglo XX, existió una agitación social y política creciente. El General Primo de
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Rivera instauró en 1923 una dictadura militar que intentó poner fin a la ola de desórdenes. En 1931, al producirse la renuncia del rey Alfonso XIII, se votó por la segunda República. No prosperó el régimen debido a los intentos de subversión social de socialistas y sindicalistas. Se formaron dos frentes: Los nacionalistas, apoyados por los monárquicos, falangistas, la iglesia y los militares y, de otro lado, los republicanos, compuesto por los partidos de izquierda y la mayoría popular. La guerra civil ( 1936 – 1939) entre ambos frentes fue cruel- hubo un millón de muertos- y término con el triunfo de los primeros.
En el terreno de las artes, lo más característico, en todo el mundo occidental, es la aparición de un conjunto de movimientos artísticos rebeldes, nihilistas e irracionales, genéricamente denominados escuelas de vanguardia.. El primer brote en España fue el ultraísmo que duró desde 1919 a 1923, representó el intento de los poetas españoles de abandonar lo anecdótico, lo sentimental y de buscar un tipo de poesía libre en donde la palabra tuviera la máxima expresividad. Hacia el final de la década del veinte, influyó el surrealismo que preconizaba el automatismo, la asociación libre y las ideas y las imágenes sin control de la lógica. Los surrealistas sólo atendían a la expresión del mundo subconsciente.
Hubo una influencia positiva : debido a estos cambios la poesía en nuestra lengua en la década del treinta emergió renovada, diversa, llena de imágenes nuevas y plena de sentido humano.
En 1927 surge un conjunto de poetas cuya obra empieza a conocerse en ese año hasta alcanzar su consagración en 1936. Caracterizan al grupo la rebeldía, la inconformidad y, en algunos, su militancia política. En la mayoría de ellos subyace (está debajo de algo) la inconfundible influencia de las escuelas de vanguardia.
Los poetas de la generación del 27 no rompen con los representantes de la generación del 98 ni con los modernistas debido a que estos movimientos, en su tiempo, tuvieron una vocación de cambio. Gradualmente empezaron cultivando una poesía pura, luego escribieron una poesía surrealista para preferir, una poesía de tema tradicional o folklórica, pero con un lenguaje bello y culto. Los grandes temas de sus versos son: el amor, la justicia, el destino, la muerte y, a veces, la pasión política y la emoción religiosa.

Generación 98: Miguel de Unamuno, Ensayo: En Torno al casticismo
Ramón del Valle Inclán, Dramática: Cuento de abril, la Marquesa Rosalinda
Pío Baroja, Novela: Trilogías en torno a Tierra Vasca, La vida fantástica, la lucha por la vida, la raza y el mar
José Martínez Ruiz ( Azorín), Ensayos: El Alma castellana, Los pueblos, Castilla. Novelas: La voluntad, Las confesiones de un pequeño filósofo./ Antonio Machado, Poesía: Soledades, Campos de Castilla./ Jacinto Benavente, dramática: Señora ama, la malquerida, campo de armiño, lecciones del buen amor. / Ramiro de Maeztu: Ensayo : Defensa de la hispanidad
Modernistas: Coincidieron con los cambios estéticos con la generación del 98.
Manuel Machado, Poesía: Alma, museo y cantares
Juan Ramón Jiménez: Platero y yo

Contemporáneos:
* José María Pemán, poesía: De la vida sencilla, A la rueda, rueda
Novela: Romance del fantasma y doña juanita
*Camilo José Cela, novela: La familia de Pascual Duarte, la colmena
*Carmen Laforet: Nada, El piano, La Isla y los demonios
*Ana María Matute, Los hijos muertos, los soldados lloran de noche
*Antonio Buero Vallejo, Teatro: Historia de una escalera
Generación 27:
· Federico García Lorca: Bodas de sangre, de 1933, y Yerma, de 1934, Doña Rosita la soltera, de 1935, La casa de Bernarda Alba, 1936
· Pedro salinas, Poesía: Presagios. Novela: La bomba increíble
· Gerardo Diego, Poesía: Versos humanos, nocturnos de Chopin
· Jorge Guillén, Poesía: Maremagnum
· Rafael Alberti: Poesía, El Alba de Alhelí
· Vicente Aleixandre, libro ámbito
· Dámaso Alonso, Poemas puros, poemillas de la ciudad
· Luis Cernuda, La realidad y el deseo ( poesía)
· Miguel Hernández, poesía: Cancionero y romancero de ausencias.









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